Los gametos masculinos, es decir, los espermatozoides, son células haploides que se generan mediante el proceso de espermatogénesis.
En la etapa fetal, las células germinales primordiales llegan al testículo en desarrollo, se diferencian en espermatogonias y se incorporan a los cordones testiculares, en donde se mantienen hasta la pubertad.
Cuando el varón llega a la pubertad, los cordones testiculares, que se encontraban cerrados, se abren y se convierten en túbulos seminíferos. La espermatogénesis, que es la formación de espermatozoides en el testículo, se realiza a lo largo del epitelio de estos túbulos, y consta de 3 fases: proliferativa, meiótica y espermiogénesis.
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